¿Por qué los dedos de Dios y Adán no se tocan en la famosa pintura de Miguel Ángel?

Dentro de las obras inmortales creadas por el talentoso artista italiano, destaca «La Creación de Adán«, un fresco de dimensiones 280 × 570 cm. Pintado por Miguel Ángel en 1511, esta obra representa el origen del primer hombre, Adán, y forma parte de una serie de nueve escenas pictóricas inspiradas en el libro del Génesis del Antiguo Testamento.

La creación de Adán es un fresco en la bóveda de la Capilla Sixtina, pintada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512.

En el sector izquierdo del fresco, se plasma la presencia de Adán en su desnudez, representándolo como ya formado y aguardando ser infundido con el don de la vida. Por ello, la figura del primer hombre yace de manera reclinada y lánguida sobre una superficie terrestre, sujeta a las leyes de la gravedad.

La porción superior de la obra está notablemente ocupada por un conjunto de figuras celestiales suspendidas en el aire, indicando su naturaleza divina y sobrenatural. Este grupo completo está envuelto en un manto rosa que flota en el cielo, similar a una nube.

En el conjunto celestial, se destaca la figura de Dios, el Supremo Creador del Cielo y la Tierra, quien ocupa un lugar prominente sostenido por querubines. Al mismo tiempo, envuelve con su brazo a una figura femenina, posiblemente Eva esperando ser creada o tal vez simbolizando el conocimiento. En su mano izquierda, el Creador sostiene el hombro de lo que parece ser un niño o querubín, algunos sugieren que podría representar el alma que Dios infundirá en el cuerpo de Adán.

La razón por la que no se tocan las manos Dios y Adán

Dios y Adán, los protagonistas principales, aparentan estar conectados a través de las manos, un elemento central en la composición: ambas manos se abren hacia la conexión entre ellos mediante los dedos índices extendidos. A pesar de ello, en la obra, los dedos de Adán y Dios no llegan a tocarse, ya que el dedo de Dios está extendido al máximo, mientras que el dedo de Adán muestra las últimas falanges contraídas.

De acuerdo con los teólogos, la significación del impresionante fresco de Miguel Ángel reside en ilustrar de manera visual que Dios está siempre presente, pero la decisión de buscarlo depende del ser humano. Si la persona desea tocar a Dios y acercarse a él, deberá estirar el dedo; sin embargo, al optar por no hacerlo, podría pasar toda su vida sin la presencia divina del Creador.

En última instancia, la última falange contraída del dedo índice de Adán simboliza el libre albedrío, es decir, la capacidad del ser humano para elegir entre el bien y el mal. Puede optar por la libertad y la vida eterna al seguir a Dios y Jesucristo, pero también puede decidir la muerte y la condenación eterna al seguir a Satanás.

¿Dónde se encuentra la pintura de Dios y Adán?

La obra se encuentra en Roma, en la Capilla Sixtina. Tendrás que viajar a Italia y visitar los Museos Vaticanos.

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